El normal desarrollo de la vida en la tierra (esto incluye al hombre) se ve afectada por gran cantidad de factores naturales, tales como plagas, sismos, erupciones volcánicas, sequías, inundaciones, etc. Estos agentes tienen tal importancia que pueden modificar de manera significativa las condiciones naturales desde favorecer el desarrollo de la vida hasta desencadenar extinciones masivas de especies.
A partir de un momento de la evolución humana, el hombre se dio cuenta de que podía tomar ventaja del medio ambiente que lo rodeaba, si a partir de diversas estrategias aumentaba el conocimiento del entorno. Estas ventajas consistían en tomar provecho de los eventos favorables e intentar mitigar los negativos (por ejemplo; cultivar las márgenes de los ríos luego de inundaciones seculares o migrar de regiones en épocas de sequías).
Este conocimiento basado en la observación directa de la naturaleza se transmitió entre generaciones vía tradición oral. Así el hombre desarrolló en las más variadas culturas mitologías y tradiciones donde la mayoría de los fenómenos naturales que mayor impacto presentaban se representaban en la vida cotidiana alcanzando no pocas veces el carácter de divinidades. La adoración de estos dioses estaba ligada íntimamente a causas y efectos naturales como son las celebraciones de los solsticios que delimitan las estaciones del año.
Con la aparición de la escritura la herencia oral se vio apoyada por los registros y las ideas sobre la naturaleza tuvieron bases para comenzar su desarrollo y su difusión entre diversas culturas.
La Ciencia (del Lat. Scientia: conocimiento) es el vocablo que define el conocimiento cierto de las cosas por sus principios y causas. Los inicios de la ciencia se sitúan en el seno de de las civilizaciones de la antigüedad en Egipto y Mesopotamia alrededor de 3000 AC.
Alrededor de 600 AC florece la civilización griega, los cuales desempeñaron un papel excepcional en la historia de la ciencia, su aportación constituyó una real discontinuidad en la historia del pensamiento científico: El paso de una representación mítica a del mundo a una nacionalización progresiva en la forma de abordar la realidad.
Durante la edad media (400 DC– 1450 DC) la actividad científica fue mínima, encontrándose el mayor aporte en este periodo por los científicos árabes.
A partir del año 1440 DC la invención de la imprenta, la reedición de textos clásicos y los grandes viajes impulsaron una nueva revolución científica y cultural, el Renacimiento. Así a partir del Siglo XVII nace la ciencia moderna, que se refleja gráficamente con la frase de Galileo: “La naturaleza está escrita en lenguaje matemático”. Esto acompañado de numerosas invenciones de instrumental conlleva a una mirada “medida” y objetiva de la realidad.
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